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Resumen

Vimana es uno de los shooters más singulares de Toaplan. El diseño de niveles es particularmente creativo, junto con un disparo de carga y bombas únicos. Su nombre procede de la palabra sánscrita que significa "máquina voladora", descrita en las epopeyas sánscritas. La historia gira en torno a un planeta atacado por fuerzas alienígenas aparentemente indestructibles que inducen el miedo y la locura a todos los que se les oponen. La última esperanza de este planeta son los Guerreros Vimana, dos naves dotadas del poder del dios hindú Ganesha para defenderse de los alienígenas y devolver la paz a la galaxia.

Los guerreros Vimana son las naves del jugador uno y del jugador dos, cada una equipada con un disparo que se carga en forma de V. Una vez que se libera el disparo, la forma de V explota en un arco, golpeando casi todo lo que tiene delante. Esto suena como si fuera un arma muy poderosa, pero esto nos lleva al principal problema de Vimana: ninguno de tus ataques hace nunca suficiente daño. Incluso los enemigos más débiles tardarán más de un par de golpes en ser destruidos, aunque tu arma esté completamente cargada. Las bombas son igualmente decepcionantes, y consisten en siete bolas de luz que giran alrededor de tu nave y te protegen de los disparos. Cuando un enemigo aparece en pantalla, una bola de luz salta del grupo y se estrella contra él, destruyéndolo o dañándolo gravemente. Al contrario que en Fire Shark, donde puedes recoger nuevas armas, Vimana no ofrece más armas que los disparos estándar, los disparos de carga y las bombas.

Vimana tiene algunos toques de creatividad en sus niveles. Uno en particular tiene reflectores enemigos en movimiento, que dispararán balas difíciles de esquivar si te localizan. Un interesante jefe dispara desde la parte inferior de la pantalla en lugar de desde la superior. Vimana también intenta meter unas 50 balas enemigas a la vez en la pantalla, lo que lo convierte en una especie de prototipo de shooter bullet hell.

Vimana nunca fue portado a ningún sistema doméstico, pero al igual que Out Zone, no habría encajado muy bien en ninguno de ellos. La música corrió a cargo de Toshiaki Tomizawa, que más tarde se encargaría de las bandas sonoras de Fixeight, otro shooter de Toaplan, y de muchos juegos de Cave, como Dodonpachi, Progear, Guwange y ESP Ra. De..